viernes, 5 de julio de 2019

El Ser y no ser.

¿Siempre he sido yo ó sólo soy yo en este momento?


Pienso esto cuando alguien a quién no he visto en mucho tiempo me dice,
“no haz cambiado nada en todo este tiempo”, y me ponen a pensar que tan
cierto es eso.
A caso mi forma de ser ha sido una gran constante y soy predecible, o simplemente
me comporto así con esa persona, generalmente concluyo que es la segunda opción.


Una forma de verificar esto es como me comporto en el trabajo y como me comporto
en mi vida de “civil”, y en esto último lo puedo subdividir en muchas otras partes,
familia, amigos cercanos, amigos, conocidos, desconocidos, si estoy de buenas,
de malas y un gran etc.


El yo del trabajo: no busca polémicas baratas, hace una plática superficial, no entra
en chismes de trabajo, le vale madre la política interna del trabajo, es serio, formal,
es cumplido, en otras palabras, no soy yo.


El yo con desconocidos: es muy parecido al del trabajo, la diferencia es que ya defiende
sus posturas sin el punto de caer en una polémica barata, en otras palabras es un poco
timorato.


El yo con conocidos: aquí comienza la persona informal que soy, busca el chiste barato,
ridiculizo un poco a los demás, debato mis convicciones y las del otro pero sin caer
en la discusión, generalmente lo hago cuando son de ideas diferentes a la mía, a lo mejor
no estamos en la mísma página pero, me hace dudar de la página en la que estoy.


El yo con familiares: es una extraña amalgama de el yo con desconocidos y de el yo
con conocidos, todo depende de con cuál familiar este.


El yo con amigos cercanos: creo que de todos los yo públicos es el más cercano de mi
yo privado, un yo casi sin filtros, no importa quien tiene la razón lo importante es llevar
la contraria, crear polémicas baratas, sólamente por el hecho de que puedo hacerlo y
aunque no esté convencido pero al mismo tiempo formal y leal con esa amistad.


Pero de todos esos yo, hay uno al que no he podido descifrar y creo que núnca lo haré,
el Yo con mi mismo, ese yo puede ser cualquiera de los otros yo, la única constante es
que es el yo sin filtros que es demasiado introspectivo, pero a pesar de eso no es constante
con lo demás, puede ser muy formal y demasiado informal al mismo tiempo, es muy abierto
a otras cosas y muy cerrado en otras es un yo que me intriga y al mismo tiempo me vale madre,
es un yo que está en constante cambio.


En otras palabras la única constante en mi forma de ser, es el ser inconstante.


Fin de la esquela

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